
Estamos llamados a actualizar hoy el eterno diálogo de Dios con el ser humano.
El «miedo» puede paralizar la evangelización y bloquear nuestras mejores energías. El miedo nos lleva a rechazar y condenar. Con miedo no es posible amar al mundo.
Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa
General - Comunidades Eclesiales18/11/2020 Magis ComunicaciónLa Virgen de la Consolación de Sumampa, advocación Mariana, que asume el nombre del lugar de veneración, Virgen de Sumampa, localidad del sur de la provincia de Santiago del Estero, Argentina; es una de las advocaciones más antiguas reconocidas con la que se venera la figura de la Virgen María, en el cristianismo católico.
María Virgen, es llamada y venerada como “Madre de la Consolación” o “Consoladora de los afligidos”, ya que por medio de ella, Dios envió “el consuelo a su pueblo, Jesucristo, nuestro Señor”. Ella, cuando estuvo junto a Jesús que sufría en la cruz, soportando un dolor inmenso, obtuvo la felicidad que el Evangelio promete a los que lloran; y después que el Señor la ha consolado, con la resurrección de Jesucristo, ella puede consolar a todos sus hijos.
Después de su asunción al cielo, no cesa de interceder con amor de madre, por los hombres afligidos por las tribulaciones. Por ello, en la Constitución sobre la Iglesia, Lumen Gentium, del Concilio Vaticano II, leemos: “La Madre de Jesús precede con su luz al pueblo de Dios peregrinante, como signo de esperanza segura y de consuelo” (LG 68). María camina junto al pueblo que sufre.
Se la considera patrona del Pueblo de la Provincia de Santiago del Estero; patrona de los transportistas (por haber recorrido su imagen, un largo camino desde Brasil hasta Sumampa, en diferentes medios de transporte, barco, carreta, lomo de mula, etc.); patrona de la Cultura de Santiago del Estero; patrona de los estancieros (un estanciero la trajo del Brasil junto a la que seria luego Nuestra Señora de Luján); de la lluvia; Madre de los humildes y desamparados; y patrona de las escuelas y la policía provinciales.
Su santuario, lugar de peregrinación, se erige en un pequeño valle, rodeado de serranías bajas, a 4 km del pueblo de Sumampa, perteneciente al Departamento Quebrachos, distante 238 km. de la Ciudad de Santiago del Estero, capital de la provincia homónima.
La fiesta anual se celebra los 23 de noviembre; María Virgen, como madre del consuelo, manifiesta el rostro materno de Dios.
"Dios vela por nosotros como cuando nuestras madres nos han cuidado cuando estuvimos enfermos o necesitados. Desde su cuidado hace que aún en los momentos de mayor dolor, se conviertan en lugar de manifestación de su amor. Que el abrazo y la ternura de Dios te envuelvan en este día revelándote su rostro materno".
El «miedo» puede paralizar la evangelización y bloquear nuestras mejores energías. El miedo nos lleva a rechazar y condenar. Con miedo no es posible amar al mundo.
Los pequeños abusos que podamos padecer, las injusticias, rechazos o incomprensiones que podamos sufrir, son heridas que un día cicatrizarán para siempre. Hemos de aprender a mirar con más fe las cicatrices del Resucitado.
Dejemos que Jesús camine esta semana santa junto a nosotros, hagamos que nuestra Jerusalén se transforme en espacio de Salvació.
Para adorar el misterio de un «Dios crucificado» no basta celebrar la Semana Santa; es necesario además acercarnos más a los crucificados, semana tras semana.
¿Quién nos enseñará a mirar hoy a la mujer con los ojos de Jesús?, ¿quién introducirá en la Iglesia y en la sociedad la verdad, la justicia y la defensa de la mujer al estilo de Jesús?
Hoy a quienes viven lejos de él y comienzan a verse como «perdidos» en medio de la vida.
Es esta alegría la que debe caracterizar nuestro modo de proceder para que sea eclesial, inculturado, pobre, servicial, libre de toda ambición mundana".
El «miedo» puede paralizar la evangelización y bloquear nuestras mejores energías. El miedo nos lleva a rechazar y condenar. Con miedo no es posible amar al mundo.
“El pontificado de Francisco, señaló su eminencia Cardenal Rossi, fue un pontificado gestual, porque con sus palabras, pero sobre todo con sus gestos, nos hizo saber que otro mundo es posible",
Actualizaste y tradujiste el Evangelio de nuestro Señor al lenguaje de los nuevos tiempos.
hay adhesiones a Cristo, firmes, seguras y absolutas, que, vacías de amor, no capacitan para cuidar y guiar a los seguidores de Jesús.