
Un Salvador que con connotaciones de divinidad viene a satisfacer o a resolver lo que se acuna en el interior de cada persona y que ha decidido colectivamente ceder ante alguien que lo hará por nosotros- Mentime que me gusta.
Una crítica desde la teología de la política. ¿Qué dirán los hombres y mujeres del campo religioso, mucho más teniendo en cuenta el espíritu navideño? ¿Con qué espíritu acompañaran?
Política16/12/2023ILUMINAME SEÑOR CON TU ESPIRITU.
Sin ánimo de ofender a nadie, permítanme lúdicamente este título, que a mi entender, y en el caso que ofendiera, con las disculpas correspondientes, no creo que sea mayor a la ofensa de la utilización del recurso religioso en la política para implementar y justificar decisiones que castigan brutalmente al cuerpo social.
La estrategia de campaña electoral de demonización hacia la política y santificación a la seudo política fue el primer ejercicio combinado que indujeron a una gran porción de la sociedad argentina para lograr el objetivo de presidir la nación. La incidencia de líderes políticos que aluden a las “fuerzas del cielo” para sacar adelante un país es un fenómeno global y constituyen las bases de la gran mentira. Es indiscutible que el actual presidente argentino llega sin ninguna estructura, músculo o escudo político, por lo que aceleró su maniobra de refugiarse en un capullo teológico político como parte del mismo plan.
Consagró su campaña electoral mintiendo su repudio a la “casta política”, y como un gran mercader de indulgencias vendió al pueblo su rápida salvación. Implementó el manual sagrado de la nueva derecha, puntualmente sobre el capítulo de la hierocracia, palabra de raíz griega que significa: hieros (sagrado, divino) y kratos (Estado, gobierno) ¿De qué estamos hablando? del “gobierno donde mandan los divinos” que bajo un fuerte convencimiento, los buenos por voluntad suprema han sido elegidos para cambiar el rumbo de una nación bajo la acción de la “gente de bien” que debe extirpar a la gente de mal perdida en su inmoralidad por haber dejado de un lado a las verdades metafísicas para dedicarse a construir y ampliar sus derechos.
En toda religión hubo castigos, destierros, sacrificios, purificaciones, sufrimientos y salvación. Lograr el objetivo del brutal “ajuste –con- sacrificio”, requería previamente preparar las conciencias desde un catecumenado electoral, un principio básico de formación para introducir a las personas a una fe, en este caso infantilizada y ciega, para ponerlos a la espera de la milagrosa transformación. El día había llegado, la Tierra Prometida parecía estar a la vista de todos, sin embargo y a espaldas del Congreso de la Nación, da su primer discurso como presidente en ejercicio, acudiendo a la ayuda celestial para ofrecerle el peor de los sacrificios: la de todo un pueblo; que hoy aturdidos y estafados por la mentira pareciera que en su interior resuena aquel salmo bíblico que exclamaba desde el destierro “junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia en los sauces de sus orillas…Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar; nuestros opresores, a divertirlos…”
Este escenario de índole religioso político incluye a los mártires que seguirán convencidos de esta mentira y se inmolaran por Dios, Patria y Familia, un viejo eslogan que la ultra derecha acaba de resucitar, que pertenece a la “gente de bien”, siempre muy reducida… y por más que muchos adhieran y se esfuercen, sino gozan de las condiciones históricas (blanco, culto y de muchas propiedades) no serán parte. Hoy la clave de la geopolítica recorre la lucha del poder en la arena de la “teología política”, desde ahí nuevos líderes emergentes de la extrema derecha proponen una “política de la teología”, es decir la subordinación de la política al dictamen religioso como estrategia de comunicación, con el solo objetivo de trabajar en las conciencias la resignación de los pueblos, la misma que utilizó la teología de la resignación en plena conquista, pero también para trabajar en las culpas por los derechos adquiridos, solo así y desde ahí se podrá justificar y legitimar las medidas políticas de ajustes en materia económica
Son reales los componentes religiosos en el escenario político y son necesarios evidenciarlos para “revelar” qué espíritu lo mueve, lo guía o conduce. Existe en el imaginario común esa idea peligrosa que espíritu y espiritualidad son realidades opuesta a la materia y a lo corporal. Es clave esta creencia en la sociedad para la implementación brutal del ajuste ¿en qué sentido? en el sentido que el cuerpo puede y debe sufrir, total está aferrado y refugiado en lo espiritual. Si el espíritu de un líder político es guiado a atentar contra la panza de muchas personas, es decir a saquear los platos de comida de las mesas, estaría desde esa concepción justificada, total el cuerpo, la materialidad de la vida, el cuerpo social no cuenta. ¿Qué dirán los hombres y mujeres del campo religioso, mucho más teniendo en cuenta el espíritu navideño? ¿Con qué espíritu acompañaran?
Para la Biblia, “espíritu” no se opone a “materia” ni a cuerpo, sino a maldad (destrucción); se opone a la fragilidad de la vida amenazada y se opone a la ley que se impone con el miedo y el castigo. En hebreo, la palara “espíritu” (ruah) significa viento, aliento, hálito. Es, como el aliento, el viento corporal que hace que las personas respiren, se oxigenen, que puedan seguir vivas. Si un líder político envuelto en mantos sagrados te asfixia, castiga y sacrifica es porque sedujo engañando desde el paradigma del cuidado para imponer el paradigma de la conquista que es siempre deshumanizante.
Sin embargo, la esperanza siempre es política como herramienta para la defensa de la comunidad buscando el bien común, ese es su espíritu. La política no es de “gente de bien”, para su bien individual; la política se constituye por personas-militantes y actores políticos bajo un nosotros y un proyecto político colectivo, como la que conduce Gerardo Zamora en Santiago del Estero, detrás de un arco de sueño social de bienestar,, progreso y paz social. De eso se trata. Feliz Navidad.
Un Salvador que con connotaciones de divinidad viene a satisfacer o a resolver lo que se acuna en el interior de cada persona y que ha decidido colectivamente ceder ante alguien que lo hará por nosotros- Mentime que me gusta.
"Hace décadas que no cultivo el odio, porque aprendí que el odio termina estupidizando, nos hace perder objetividad... el odio es ciego como el amor, pero el amor es creador".
Para adorar el misterio de un «Dios crucificado» no basta celebrar la Semana Santa; es necesario además acercarnos más a los crucificados, semana tras semana.
Dejemos que Jesús camine esta semana santa junto a nosotros, hagamos que nuestra Jerusalén se transforme en espacio de Salvació.
La economía de Dios no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra” … este fue el mensaje del Papa Francisco el Viernes Santo, entonces si la economía de Dios no mata, no descarta, ¿qué hace la economía neoliberal?, ¿qué espíritu lo mueve? ...cabe el planteo ético social cristiano de ¿se puede ser cristiano y neoliberal?
Hay lugar cierto para el amor político. Hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.
Los pequeños abusos que podamos padecer, las injusticias, rechazos o incomprensiones que podamos sufrir, son heridas que un día cicatrizarán para siempre. Hemos de aprender a mirar con más fe las cicatrices del Resucitado.