
Lo importante no es creer cosas, sino creerle a Jesús.
...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.
Los artistas perduran en sus obras! Pino Solanas vive en "Viaje a los pueblos fumigados".
Curiosidades - Videos educativos01/11/2020 Magis ComunicaciónEl documental completo de Pino Solanas, "Viaje a los pueblos fumigados", estrenada en el 68° edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, en el año 2018, hoy se comparte como material de estudio para las escuelas y colegios. Una forma especial de celebrar la desaparición física de director de cine Pino Solanas.
El señalaba, "el objetivo de la película, es el mismo que siempre he tenido, desde que comencé a hacer cine, a los 20 años. Mi deseo es que estas obras contribuyan a mejorar el conocimiento que el país tiene de sí mismo, en la lucha por visibilizar los problemas de nuestros compatriotas"
Viaje a los pueblos fumigados narra el drama de personas pobres, de la intoxicación que tiene la población argentina, en épocas de agronegocios y de agrotóxicos. Comemos alimentos vegetales o envasados con una proporción de agrotóxicos y agregados químicos que día a día nos enferma y mata. Nadie dice saberlo o los que lo saben lo callan.
Debemos cuidar y defender la vida, defender nuestra aldea común! Gracias PIno Solanas. Hasta siempre!!!!!!!

...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.

Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.

"La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos",

Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.

...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.