
...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.
1928-2024. Gustavo Gutiérrez Merino
General - Comunidades Eclesiales27/10/2024 Magis Comunicación
Gustavo Gutiérrez, el padre de la Teología de la Liberación, se nos adelantó a la casa del Padre Dios, así lo comunicó la provincia de los dominicos del Perú.
Con un pensamiento y una inteligencia signada por su sentido de pertenencia a una iglesia, que sigue los pasos de Jesús, con su teología rica y profunda, habilitó una teología latinoamericana.
Sufrió persecuciones, por su libro: Teología de la Liberación, y fue el Papa Francisco quien lo habilitó para que desde el año 2020, siga compartiendo sus saberes.
Entender Latinoamérica sin la teología de Gustavo Gutiérrez, resulta incómodo. En su obra, podemos encontrar un modo de pensar, de asumir un compromiso con el pueblo, de ser latinoamericano, cristiano y humano.
Para nuestros hermanos en la fe, que quieran conocer sus textos y compartirla, la pueden descargar desde aquí: Libros de Gustavo Gutiérrez
Gracias, Gustavo Gutiérrez!! QEPD!!!

...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.

Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.

"La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos",

Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.

...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.

Esta parábola es la crítica más implacable de Jesús a la indiferencia ante el sufrimiento del hermano.

...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.

Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.

"La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos",

Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.

...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.