
Personas humildes, como la viuda del evangelio, aportan más a la humanización de nuestra sociedad.
La grandeza de una vida se mide por la capacidad de servir y ayudar a otros a vivir de manera más humana.
La grandeza de una vida se mide por la capacidad de servir y ayudar a otros a vivir de manera más humana.
...ser felices dándolo todo cada día, ubicándonos del lado de los que no son tenidos en cuenta, de los que sobran o están invisibilizados, sin esperar aprobaciones ni aplausos, sino sostenidos por la mirada llena de ternura de nuestro Dios que mira en lo secreto y al corazón.
Para adorar el misterio de un «Dios crucificado» no basta celebrar la Semana Santa; es necesario además acercarnos más a los crucificados, semana tras semana.
Dejemos que Jesús camine esta semana santa junto a nosotros, hagamos que nuestra Jerusalén se transforme en espacio de Salvació.
La economía de Dios no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra” … este fue el mensaje del Papa Francisco el Viernes Santo, entonces si la economía de Dios no mata, no descarta, ¿qué hace la economía neoliberal?, ¿qué espíritu lo mueve? ...cabe el planteo ético social cristiano de ¿se puede ser cristiano y neoliberal?
Hay lugar cierto para el amor político. Hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.
Los pequeños abusos que podamos padecer, las injusticias, rechazos o incomprensiones que podamos sufrir, son heridas que un día cicatrizarán para siempre. Hemos de aprender a mirar con más fe las cicatrices del Resucitado.