
Pbro. Dr. Marcelo Trejo
General - Pastoral Social25/05/2025Sólo un amor comprometido como fuerza lógica y mancomunada puede contrarrestar la sin-razón de un proyecto odio-violencia.

Bendecir es aprender a vivir desde una actitud básica de amor a la vida y a las personas. El que bendice vacía su corazón de otras actitudes poco sanas como la agresividad, el miedo, la hostilidad o la indiferencia.

La verdad de Dios genera en nosotros un estilo de vida nuevo, enfrentado al estilo de vida que brota de la mentira y el egoísmo.

El misterio de Dios consiste, pues, en dar y también en recibir amor. En Dios, dejarse amar no es menos que amar. ¡Recibir amor es también divino!

No somos fieles a Jesús; si vivimos de espaldas a los hambrientos, a nuestras comidas eucarísticas les falta su sensibilidad y su horizonte, les falta su compasión.