El ser humano ha de aprender a vivir ante el Misterio. Y el Misterio tiene un nombre: Dios, nuestro «Padre», que nos acoge y nos llama a vivir como hermanos.
La Transfiguración
No llegamos a la vida a través de la muerte. En la “muerte” está ya la Vida.
Fray Marcos
General - Comunidades Eclesiales05/08/2023Lo importante no es que Jesús sea el Hijo amado. Lo determinante es que, cada uno de nosotros somos el hijo amado como si fuéramos único.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.»
Magis Comunicación
General - Comunidades Eclesiales05/08/2023Lecturas La Transfiguración del Señor Domingo, 6 de agosto de 2023
Jesús, Gloria descalza de Dios-con-nosotros
Mario Daniel Fregenal
General - Comunidades Eclesiales05/03/2023"contemplen sus gestos, su paciencia, su compasión, su abrazo y cercanía, que son los míos; abracen su entrega amorosa, porque ahí esta la Gloria que juntos queremos revelarles".
Lecturas de hoy Domingo 2º de Cuaresma - Ciclo A Domingo, 5 de marzo de 2023
Lo más visto
Lo importante no es creer cosas, sino creerle a Jesús.
José Antonio Pagola
General - Comunidades Eclesiales05/10/2025...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.
Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.
"Que cada mesa compartida, cada abrazo sincero, cada esfuerzo cotidiano sea semilla de esperanza.
Magis Comunicación
General - Comunidades Eclesiales18/10/2025"La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos",
Dios, que es un Padre compasivo, atento a los más indefensos.
José Antonio Pagola
General - Comunidades Eclesiales18/10/2025Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.
...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.