
"...vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia".
"Nunca en la historia de la Iglesia ha habido un intento de consultar a todos los católicos del mundo". Filipe Domingues.
Mundo - Vaticano16/10/2021 Magis ComunicaciónEl Papa Francisco lanzó una consulta a todo el pueblo de Dios, la Iglesia toda; él desea que durante los próximos dos años, 2022-2023, la gran mayoría de los 1.300 millones que se declaran católicos en el mundo sean escuchados sobre el futuro de la Iglesia. "Lo que comienza este fin de semana es un proceso de sinodalidad que pretende estar abierto a escuchar a todos los cristianos católicos que quieran expresarse en los próximos dos años".
Al definir que el próximo sínodo y la temática a abordar será la sinodalidad -el modo de ser y de actuar de la Iglesia-, que se inspira en el modo de vida de los primeros cristianos, cuyas decisiones fueron tomadas de manera colegiada. Con esto, el sumo pontífice demuestra una vez más, y de forma contundente, que cree en una Iglesia que escucha los deseos de los cristianos.
"La propuesta es amplia, pretende que todos los fieles bautizados tengan la posibilidad, en alguna parte del proceso, de ser consultados. Nunca en la historia de la Iglesia ha habido un intento de consultar a todos los católicos del mundo", señala Filipe Domingues, doctor de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
La temática: sinodalidad.
La palabra sínodo proviene de la unión de dos términos griegos, synodos (reunión o concilio) y hodós (camino). La sinodalidad, por tanto, es una forma de creer que el camino depende del entendimiento en conjunto, que las decisiones no deben ser impuestas por una autoridad, sino provenir desde el pueblo, las comunidades de base.
Desde que se convirtió en Papa, en 2013, Francisco, ha demostrado que esa es su apuesta de futuro. En cierto modo, recupera la práctica de las primeras comunidades cristianas, antes de que la institución Iglesia, se volviera poderosa e influyente. En esos inicios, todas y cada una de las decisiones eran colegiales.
La amplia consulta de la comunidad católica, comenzará a nivel local, en parroquias y diócesis, y culminará en la asamblea de obispos, sínodo.
Para Francisco, el sínodo es eso: una oportunidad para escuchar la voz de Dios que está escondido entre los más pequeños, no es un proceso democrático de consulta con la mayoría. Es un evento de carácter espiritual y místico, más que político y organizativo.
"¿Estamos preparados para la aventura de este viaje? ¿O tenemos miedo a lo desconocido, prefiriendo refugiarnos en las habituales excusas: 'Es inútil' o 'Siempre lo hemos hecho así'"?, así nos interpela el Papa Francisco, movilizándonos a participar.
"...vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia".
Actualizaste y tradujiste el Evangelio de nuestro Señor al lenguaje de los nuevos tiempos.
Es esta alegría la que debe caracterizar nuestro modo de proceder para que sea eclesial, inculturado, pobre, servicial, libre de toda ambición mundana".
Hay lugar cierto para el amor político. Hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.
“albergar esperanza” connota el gesto conjunto y solidario de “apertrecharse” en los desafíos del actual Santiago. Unirse bajo amenaza y con claridad de objetivo.
La Iglesia Primada de la Argentina celebra por el cardenal Mons. Vicente Bokalic Iglic,
"...vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia".
El cristiano está llamado también a vivir sanando esta cultura. No es lo mismo ganar dinero sin escrúpulo alguno que desempeñar honradamente un servicio público, ni es igual dar gritos a favor del terrorismo que defender los derechos de cada persona.
Sólo un amor comprometido como fuerza lógica y mancomunada puede contrarrestar la sin-razón de un proyecto odio-violencia.
Bendecir es aprender a vivir desde una actitud básica de amor a la vida y a las personas. El que bendice vacía su corazón de otras actitudes poco sanas como la agresividad, el miedo, la hostilidad o la indiferencia.
La verdad de Dios genera en nosotros un estilo de vida nuevo, enfrentado al estilo de vida que brota de la mentira y el egoísmo.