
La CELAC y su espíritu de fraternidad política entre los pueblos
El diálogo y la concertación para el desarrollo y bienestar de los pueblos.
Mundo - Latinoamerica28/01/2023 Lic. Diego Ramos
Cuántas veces hemos escuchado expresiones tales como “son tendencias neoliberales las que afectan a la humanidad”, o “las desigualdades y la pobreza son consecuencias del neoliberalismo”. Es importante identificar cuál es el espíritu que mueve a los líderes políticos, qué espíritu hay en cada modelo de Estado, de país y de región.
De pronto encontramos presidentes o referentes políticos de ideologías muy diferentes que usan un mismo lenguaje, como si compartirían un mismo espíritu: pueblo, democracia, igualdad, progreso, crecimiento, derechos humanos, participación, oportunidad para todos, entre otras, resultando difícil distinguir cuál es el espíritu que mueve a uno y a otro.
Recuperemos la idea general del siglo XIX del liberalismo como corriente filosófica, política y económica que promovía la libertad del ser humano, el progreso material de los pueblos, la igualdad jurídica y política sin distinción. Entonces ¿qué es el neoliberalismo? Hay que entender que el neoliberalismo no es un ultraliberalismo (en el sentido de un liberalismo llevado hasta sus límites), sino más bien una refundación ético-político que abrazó dos aspectos del que se alimenta y sostiene: del liberalismo retiene tan solo una antropología moral centrada en el individuo (la ciudadanía de privilegios); y del conservadurismo toma el deseo de vivir en sociedades jerárquicas y desiguales. Sostiene que la desigualdad social y económica es positiva porque genera una competencia que redunda en el crecimiento económico de la sociedad y, de este modo, la mejora de las personas que la componen. Ese es su espíritu.
Cuando el gobernador de la provincia de Santiago del Estero Gerardo Zamora enfrenta a ese modelo federal desigual, injusto e inmoral, lo hace movido por un espíritu que antepone los intereses del pueblo a la lógica del derrame, es decir esa copa llena (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) cuyo espíritu “solidario” es compartir lo que le sobra.
En la mentalidad (occidental) más común, espíritu se opone a lo material y a lo corporal, idea que los neoliberales rinden culto; por lo tanto no es una prioridad velar por los intereses de la materialidad de la vida (comida, salud, vestido, educación…) al contrario, se puede atentar contra ella, contra la vida misma de una comunidad o del pueblo. No pasa lo mismo, por ejemplo, en las lenguas quechua, guaraní o aymara, no tienen ese sentido. Para la política emancipadora de los pueblos su espíritu no se opone a “materia” ni a “cuerpo”, sino a maldad, destrucción, se opone a la ley de la imposición que niega la soberanía y bien-estar popular.
Desde el 2.005 al 2.012 se vivió la mejor época de integración regional, el espíritu de una fraternidad política expulsó en la IV Cumbre de las América al ALCA (la mayor expresión del espíritu de muerte del neoliberalismo) para dar paso al fortalecimiento del MERCOSUR y la creación de la CELAC, cuyo espíritu mueve esfuerzos entre los estados de América Latina y el Caribe con el objetivo de avanzar la unidad en la integración política, económica, social y cultural. Bolsonaro en su gestión se retiró de la CELAC ¿es difícil develar su espíritu con esa actitud? Si identificamos a líderes políticos defensores y admiradores de Jair Bolsonaro, reconoceremos a sus jinetes del apocalipsis.
La región vive por estas horas en torno de la CELAC y a la Cumbre de los Pueblos el desafío de diseñar una respuesta propiamente política, una reformulación progresista articuladas en una dirección emancipadora.


"Un rostro que se desdibuja, pero que es signo de la gracia de Dios, en una comunidad que reza el rosario"

Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe: Conclusiones.

“Aspiramos a tener una plena y amplia participación de todo el pueblo de Dios que peregrina en América Latina y el Caribe, para que esta Asamblea sea una verdadera celebración de nuestra identidad eclesial al servicio de la vida”. Mauricio López, Coordinador del Comité de Escucha.

TODOS laicos, hombres y mujeres, religiosas, religiosos, diáconos, sacerdotes, obispos y cardenales, hemos sido llamados desde la V Conferencia General de Aparecida a ser DISCÍPULOS MISIONEROS alentados por el Papa Francisco a ser una Iglesia en SALIDA para encontrar la vida plena en nuestro Señor Jesucristo.

Luis Arce Catacora asumió la Presidencia de Bolivia

Esa cruz, levantada entre nuestras cruces, nos recuerda que Dios sufre con nosotros.
Para adorar el misterio de un «Dios crucificado» no basta celebrar la Semana Santa; es necesario además acercarnos más a los crucificados, semana tras semana.

Para encontrar sentido como lo hizo Jesús, caminemos a Jerusalén.
Dejemos que Jesús camine esta semana santa junto a nosotros, hagamos que nuestra Jerusalén se transforme en espacio de Salvació.

“No se puede ser cristiano y neoliberal”- Felices Pascuas de liberación.
La economía de Dios no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra” … este fue el mensaje del Papa Francisco el Viernes Santo, entonces si la economía de Dios no mata, no descarta, ¿qué hace la economía neoliberal?, ¿qué espíritu lo mueve? ...cabe el planteo ético social cristiano de ¿se puede ser cristiano y neoliberal?

Hay lugar cierto para el amor político. Hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.

Seguir al Crucificado hasta compartir con él la resurrección.
Los pequeños abusos que podamos padecer, las injusticias, rechazos o incomprensiones que podamos sufrir, son heridas que un día cicatrizarán para siempre. Hemos de aprender a mirar con más fe las cicatrices del Resucitado.