
Desafíos Pastorales para Latinoamérica
Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe: Conclusiones.
Mundo - Latinoamerica30/11/2021 Magis Comunicación
La primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, realizada bajo un estilo inédito, con un criterio sinodal, en grupos de discernimiento, concluyeron su trabajo, generando un documento que contiene desafíos pastorales para la iglesia que camina en en latinoamérica.
Se prevé que en el año 2022, desde el mes de febrero, se realicen Asambleas Eclesiales por países, –conectadas con el proceso sinodal que ha iniciado en octubre de este año– y además el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) celebrará en mayo una Asamblea extraordinaria de obispos para incorporar a su renovación estos desafíos.
Los 12 desafíos pastorales son:
* Reconocer y valorar el protagonismo de los jóvenes en la comunidad eclesial y en la sociedad como agentes de transformación.
* Acompañar a las víctimas de las injusticias sociales y eclesiales con procesos de reconocimiento y reparación.
* Impulsar la participación activa de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial.
* Promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural.
* Incrementar la formación en la sinodalidad para erradicar el clericalismo.
* Promover la participación de los laicos en espacios de transformación cultural, político, social y eclesial.
* Escuchar el clamor de los pobres, excluidos y descartados.
* Reformar los itinerarios formativos de los seminarios incluyendo temáticas como ecología integral, pueblos originarios, inculturación e interculturalidad y pensamiento social de la Iglesia.
* Renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral.
* Reafirmar y dar prioridad a una ecología integral en nuestras comunidades, a partir de los cuatro sueños de Querida Amazonía.
* Propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del continente.
* Acompañar a los pueblos originarios y afro-descendientes en la defensa de la vida, la tierra y las culturas.


La CELAC y su espíritu de fraternidad política entre los pueblos
El diálogo y la concertación para el desarrollo y bienestar de los pueblos.

"Un rostro que se desdibuja, pero que es signo de la gracia de Dios, en una comunidad que reza el rosario"

“Aspiramos a tener una plena y amplia participación de todo el pueblo de Dios que peregrina en América Latina y el Caribe, para que esta Asamblea sea una verdadera celebración de nuestra identidad eclesial al servicio de la vida”. Mauricio López, Coordinador del Comité de Escucha.

TODOS laicos, hombres y mujeres, religiosas, religiosos, diáconos, sacerdotes, obispos y cardenales, hemos sido llamados desde la V Conferencia General de Aparecida a ser DISCÍPULOS MISIONEROS alentados por el Papa Francisco a ser una Iglesia en SALIDA para encontrar la vida plena en nuestro Señor Jesucristo.

Luis Arce Catacora asumió la Presidencia de Bolivia

Esa cruz, levantada entre nuestras cruces, nos recuerda que Dios sufre con nosotros.
Para adorar el misterio de un «Dios crucificado» no basta celebrar la Semana Santa; es necesario además acercarnos más a los crucificados, semana tras semana.

Para encontrar sentido como lo hizo Jesús, caminemos a Jerusalén.
Dejemos que Jesús camine esta semana santa junto a nosotros, hagamos que nuestra Jerusalén se transforme en espacio de Salvació.

“No se puede ser cristiano y neoliberal”- Felices Pascuas de liberación.
La economía de Dios no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra” … este fue el mensaje del Papa Francisco el Viernes Santo, entonces si la economía de Dios no mata, no descarta, ¿qué hace la economía neoliberal?, ¿qué espíritu lo mueve? ...cabe el planteo ético social cristiano de ¿se puede ser cristiano y neoliberal?

Hay lugar cierto para el amor político. Hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.

Seguir al Crucificado hasta compartir con él la resurrección.
Los pequeños abusos que podamos padecer, las injusticias, rechazos o incomprensiones que podamos sufrir, son heridas que un día cicatrizarán para siempre. Hemos de aprender a mirar con más fe las cicatrices del Resucitado.