
...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.
Que en esta Pascua como Iglesia podamos ofrecer la cercanía y el consuelo de nuestro Señor Jesucristo. Que su fuerza y ánimo nos alcancen a todos y podamos acompañarnos mutuamente con sincero corazón.
General - Comunidades Eclesiales31/03/2024
Magis Comunicación
Mensaje pascual de los Obispos de la provincia de Santiago del Estero. Mons. Vicente Bokalic CM, Mons. Enrique Alberto Martínez Ossola y Mons. José Luis Corral
EL RESUCITADO VIENE A CONSOLAR A SU PUEBLO
"Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de la Misericordia y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios"
Recibamos el saludo de Paz del Señor Resucitado, que vence al odio, a las tinieblas y a la muerte con el Perdón y el Amor. En medio de escenarios de violencias y de conflictos que atravesamos; en una sociedad agrietada por desencuentros y enfrentamientos, en las disputas egoístas por ganar espacios o por no ceder, que no nos dejemos enmarañar en esta lógica que asfixia y seamos instrumentos de reconciliación y unidad, promoviendo canales de diálogo para que en la escucha y el compartir ideas o prácticas germinen proyectos comunes en beneficio de todos.
Recibamos la audacia, el coraje y la libertad del Resucitado que hace nuevas todas las cosas. Dejémonos sumergir en su poder transformador. Que no nos falte la esperanza, porque sabemos que el Amor de Dios jamás nos abandona, que las preocupaciones o las dificultades no nos lleven a la resignación o al derrotismo. Que no bajemos los brazos y ante esta hora desafiante seamos creativos en la caridad y en la solidaridad, que podamos "dar cuerpo y corazón" a la alegría del Evangelio y remar juntos para afrontar las necesidades y urgencias que soportamos. Donde parece que todo está muerto, los brotes de la Resurrección vuelven a aparecer por todos lados. En medio de las tinieblas siempre comienza a florecer algo nuevo, que tarde o temprano da frutos.
Que en esta Pascua como Iglesia podamos ofrecer la cercanía y el consuelo de nuestro Señor Jesucristo. Que su fuerza y ánimo nos alcancen a todos y podamos acompañarnos mutuamente con sincero corazón. Que cuidemos y prioricemos a nuestros hermanos más sufrientes, pobres y postergados. Que construyamos espacios de misericordia en medio de la indiferencia, de todo lo que nos abruma y duele.
¡¡Feliz Pascua de Resurrección!!
Salgamos a compartir y ofrecer el consuelo de Dios a su pueblo, aquel con el que fuimos consolados para llevarlo a los hermanos con quienes caminamos juntos tras las huellas del Señor de la Vida y de la Historia

...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.

Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.

"La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos",

Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.

...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.

Esta parábola es la crítica más implacable de Jesús a la indiferencia ante el sufrimiento del hermano.

...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.

Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.

"La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos",

Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.

...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.