
El que cree, ya tiene, en presente, vida eterna. El que vive siendo pan para los demás, que entró en la lógica de Dios, y se deja habitar por Él como Templo de su Espíritu de vida incontenible, ya no muere más.

El que cree, ya tiene, en presente, vida eterna. El que vive siendo pan para los demás, que entró en la lógica de Dios, y se deja habitar por Él como Templo de su Espíritu de vida incontenible, ya no muere más.

La eucaristía es para quienes que están dispuestos a hacerse comida, dejarse comer, comprometerse en alimentar tantas hambres que existen hoy; y de los y las que quieren beber el cáliz de la entrega cotidiana.

...nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.

Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.

"La familia es el primer espacio de contención, de escucha, de ternura. Es allí donde aprendemos a compartir, a cuidar, a resistir juntos",

Los pobres no están abandonados a su suerte. Dios no es sordo a sus gritos. Está permitida la esperanza. Su intervención final es segura.

...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.