
Seamos Palabra creadora de Vida abundante.
Jesús, Palabra definitiva del Padre, por la cual Dios se dice Emanuel, habita en la creación hermosa que nos regaló. En las cosas hay un eco de esa Palabra.
Jesús, Palabra definitiva del Padre, por la cual Dios se dice Emanuel, habita en la creación hermosa que nos regaló. En las cosas hay un eco de esa Palabra.
Jesús es la palabra amorosa del Padre para nosotros.
Hay lugar cierto para el amor político. Hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.
Los pequeños abusos que podamos padecer, las injusticias, rechazos o incomprensiones que podamos sufrir, son heridas que un día cicatrizarán para siempre. Hemos de aprender a mirar con más fe las cicatrices del Resucitado.
Es esta alegría la que debe caracterizar nuestro modo de proceder para que sea eclesial, inculturado, pobre, servicial, libre de toda ambición mundana".
El «miedo» puede paralizar la evangelización y bloquear nuestras mejores energías. El miedo nos lleva a rechazar y condenar. Con miedo no es posible amar al mundo.
“El pontificado de Francisco, señaló su eminencia Cardenal Rossi, fue un pontificado gestual, porque con sus palabras, pero sobre todo con sus gestos, nos hizo saber que otro mundo es posible",