
Este año 2025 es extraño. Retrotrae anhelos de pueblo igualitario y fraterno.
Sólo un amor comprometido como fuerza lógica y mancomunada puede contrarrestar la sin-razón de un proyecto odio-violencia.
Cada actor político y social sabe que un pueblo debe ser feliz, por lo tanto toda fuerza y energía debe estar orientado al bien de la mayoría, a su felicidad.
General - Pastoral Social23/12/2022 Diego Ramos“¡Dios dame una alegría!” Acaso alguien duda la inmensa alegría que vivió y está viviendo el pueblo argentino a lo largo y a lo ancho del país. No hubo un solo rincón de esta bendita Nación en que no se haya gritado ¡¡”siii, ganamooos”!! Una expresión, un desahogo que resucita la esperanza; es un coraje, un querer ganarle a la adversidad. La realidad que brotaba del Éxodo bíblico (el cruce del Mar Rojo, camino a la tierra prometida) no era tan solo una nueva idea religiosa o una nueva visión de la libertad, sino el nacimiento de una nueva comunidad social en la historia, ¿acaso no se vio eso reflejado explicita e implícitamente? Sin duda un festejo diferente, distinto al del 86, es la expresión de alegría popular más increíble de este Siglo XXI y que conlleva un dato generacional al que no hay que dejar de prestarle atención.
Dicen que hay tres temas que no se deben hablar en reuniones de amigas/os para evitar discusiones ásperas y mantener “la paz”: Futbol, Política y Religión. Es algo que el argentino no puede evitar, por más intento que haga está en su ADN. En este campeonato mundial de futbol, tanto las expresiones orales como las expresiones corporales fueron mucho más visibles que nunca a través de las dimensiones de mundanidad, politicidad y trascendentalidad, dimensiones a la que no podemos renunciar.
“Nos merecíamos esta alegría ante tanta pálida”: así nos expresábamos en las diferentes redes sociales, así nos decíamos mirándonos a los ojos. Estas palabras que soltábamos al aire en colores celeste y blanco sintetizaban tantas tristezas y desconciertos, consecuencias de una pandemia que nos metió y nos dejó las secuelas del miedo y la angustia, consecuencia de una crisis política y económica que no dejaba respirar. Entonces, en cada mundanidad hay señales de trascendentalidad y politicidad.
La mundanidad, ese mundo – llenos de mundos, pintorescos, creativos, escurridizo, pícaros, particulares, espacios de resistencias. Los mundos, las mundanidades que rodeadas de cercos y de muros no tuvieron otra opción que ceder ante El Messias y su Selección Argentina: ellos invitaron a abrir los cercos de cada mundanidad, abriendo paso a los abrazos, a las sonrisas, al llanto, al baile y al canto, por primera vez después de mucho tiempo nos sentíamos unidos, nos sentíamos una nación, un pueblo feliz. Sin duda que la tarea profética del Messias tenía como meta propiciar, alimentar y evocar una conciencia y una percepción de la realidad alternativa a las del entorno contextual y coyuntural que se vivía y que aún se vive, dando colectivamente un poco de felicidad. Con certeza de Futbol, Religión y Política no se habla con los viejos esquemas.
“Ojala los políticos tomen el ejemplo de los jugadores de la Selección Argentina”: La politicidad a flor de piel expresando y anhelando un nuevo modo de organización social y política en boca de muchos jóvenes y no tan jóvenes. Es curioso observar como las nuevas generaciones se expresan como grupos de minorías sobre temas diversos, no aspiran a transformarse en mayoría, sin embargo van desarrollando un tipo de empoderamiento, que insistimos, no implica en absoluto llegar a pensar en convertirse en gobierno, en el fondo demandan transparencia, equidad, igualdad de oportunidades, una re definición de la democracia en una nueva cultura política más humanizante y responsable.
El festejo en el Obelisco o en la Casa Rosada está en un segundo plano, la Selección Argentina solo anhela estar más cerca del pueblo que volvió a creer, de eso se trata. Desde ahora, cada actor político y social sabe que un pueblo debe ser feliz, por lo tanto toda fuerza y energía debe estar orientado al bien de la mayoría, a su felicidad. El Messias nos dejó el legado.
Sólo un amor comprometido como fuerza lógica y mancomunada puede contrarrestar la sin-razón de un proyecto odio-violencia.
La economía de Dios no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra” … este fue el mensaje del Papa Francisco el Viernes Santo, entonces si la economía de Dios no mata, no descarta, ¿qué hace la economía neoliberal?, ¿qué espíritu lo mueve? ...cabe el planteo ético social cristiano de ¿se puede ser cristiano y neoliberal?
Presentación del libro del Lic. Diego Ramos, Con la fuerza del cielo. Milei, el Moisés argentino.
El riesgo está en creer que Milei es un fenómeno político; es un fenómeno, pero de otra característica, el fenómeno sociopolítico en realidad lo constituyen los grandes sectores de la sociedad que requieren ser reinterpretados tanto por el oficialismo como la oposición.
Tanto el Éxodo como el Deuteronomio, han sido textos que han sostenido constantemente la lógica de Dios, siempre en defensa de los más vulnerables. La ley de Dios siempre está en defensa de los más débiles.
¡Basta¡ de un pueblo profético que muestra que la dignidad y vida que Dios ha creado no puede despreciarse sin consecuencias, que las personas que forman los pueblos no son números de cálculo para un déficit cero: son imágenes vivientes del Dios de toda justicia.
El riesgo está en que las sociedades queden entrampadas en un mesiánico debate exclusivo del campo religioso, desechando el campo político, es decir dejando de un lado las luchas por las conquistas de los derechos políticos, económicos y culturales.
Según Jesús, solo hay una manera de «ser humano»... ven al necesitado...como el samaritano, que camina por la vida con los ojos y el corazón bien abiertos para detenerse ante quien puede necesitar su ayuda.
Las vacaciones se convierten en gracia. Tal vez una de las mayores gracias que podemos recibir en medio de nuestra vida tan agitada y nerviosa.
...solo la podemos rezar si vivimos con su Espíritu.
El ser humano no es solo un animal hambriento de placer y bienestar. Está hecho también para cultivar el espíritu, conocer la amistad, experimentar el misterio de lo trascendente, agradecer la vida, vivir la solidaridad.