
Bautizados-Discípulos-Misioneros, con nuestros gestos y palabras!
Nos envía de a dos, para que cuando tengamos ganas de bajar los brazos, tengamos algún hermano o hermana que nos recuerde que vamos en su nombre y que Él nunca nos abandona.
Nos envía de a dos, para que cuando tengamos ganas de bajar los brazos, tengamos algún hermano o hermana que nos recuerde que vamos en su nombre y que Él nunca nos abandona.
La experiencia del Espíritu Santo, además de ser un don personal que, en la medida en que soy dócil a su inspiración, hace que yo sea más pleno, más yo mismo, más aquello para lo cual fui creado, es una experiencia de por sí comunitaria. Jesús se hace presente a través del Espíritu Santo en medio de una comunidad reunida.
Jesús sigue asistiendo a su Iglesia, a cada una de sus discípulas y discípulos, asistiéndolos con el Espíritu para continuar su misión.
"...vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia".
El cristiano está llamado también a vivir sanando esta cultura. No es lo mismo ganar dinero sin escrúpulo alguno que desempeñar honradamente un servicio público, ni es igual dar gritos a favor del terrorismo que defender los derechos de cada persona.
Sólo un amor comprometido como fuerza lógica y mancomunada puede contrarrestar la sin-razón de un proyecto odio-violencia.
Bendecir es aprender a vivir desde una actitud básica de amor a la vida y a las personas. El que bendice vacía su corazón de otras actitudes poco sanas como la agresividad, el miedo, la hostilidad o la indiferencia.
La verdad de Dios genera en nosotros un estilo de vida nuevo, enfrentado al estilo de vida que brota de la mentira y el egoísmo.