
Jornada Mundial de los Pobres, es una oportunidad para reflexionar sobre la situación de los más vulnerables y para actuar en solidaridad con ellos.
El Papa sigue proponiendo una visión sobre cómo hacer comunicación, añadiendo un punto de reflexión: desmontar la ‘psicosis bélica’ que se anida en nuestros corazones.
Mundo - Vaticano29/09/2022
Magis Comunicación
En el comunicado difundido por la Oficina de Prensa del Vaticano, se invita a la Jornada de las Comunicaciones Sociales 2023, para las que se propone "hablar con el corazón”; se explica que el lema significa “dar razón de la esperanza que hay en nosotros” y hacerlo con afabilidad, utilizando el don de la comunicación como un puente y no como un muro.
No sólo misiles y cañones. También las palabras, sobre todo, las que se dirigen al público para informarle, deben despojarse de una cierta "psicosis bélica", tan frecuente hoy en día incluso entre los broadcasters y los profesionales del sector.
En esta invitación se puede captar un eco del estilo comunicativo del Sínodo, que celebrará su fase de conclusión a finales de 2023. Pero, sobre todo, está el deseo de Francisco de contar con un sistema mediático que sepa ir a contracorriente, especialmente, dice la nota, en un tiempo caracterizado -también en la vida eclesial- por polarizaciones y debates exasperados que exacerban los ánimos.
Del mismo modo que el anuncio del Evangelio, que también contiene verdades que a veces son incómodas de afirmar, no puede, de hecho, hacerse sin misericordia o sin una "sincera participación en las alegrías y los sufrimientos de las personas de nuestro tiempo", más aún “en el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es más necesario que nunca que se afirme una comunicación no hostil”.
“Una comunicación abierta al diálogo con el otro, que favorezca un ‘desarme integral’, que trabaje para desmontar la ‘psicosis bélica’ que se anida en nuestros corazones, como ya reconocía San Juan XXIII hace 60 años en la Pacem in Terris.
“Es un esfuerzo -concluye el comunicado de la Oficina de Prensa del Vaticano- que se nos pide a todos, pero en especial a los operadores de la comunicación, llamados a ejercer su profesión como una misión para construir un futuro más justo, más fraterno, más humano”.

Jornada Mundial de los Pobres, es una oportunidad para reflexionar sobre la situación de los más vulnerables y para actuar en solidaridad con ellos.

"...vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia".

Actualizaste y tradujiste el Evangelio de nuestro Señor al lenguaje de los nuevos tiempos.

Es esta alegría la que debe caracterizar nuestro modo de proceder para que sea eclesial, inculturado, pobre, servicial, libre de toda ambición mundana".

Hay lugar cierto para el amor político. Hombres y mujeres que hacen propia la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión, sino que levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.

“albergar esperanza” connota el gesto conjunto y solidario de “apertrecharse” en los desafíos del actual Santiago. Unirse bajo amenaza y con claridad de objetivo.

Vivimos el «sueño» de ser cristianos cuando, en realidad, no pocas veces nuestros intereses, actitudes y estilo de vivir no son los de Jesús.

Para recuperar caminos hacia él necesitamos aprender a callar. A lo más íntimo de la existencia se llega no cuando vivimos agitados y llenos de miedo, sino cuando hacemos silencio.

El paternalismo se hace presente cuando los pobres, al ser los beneficiarios de grandes donaciones, corren el peligro de convertirse en un “objeto de fe” para los benefactores políticos y empresariales, haciendo de este un medio para colmar una espiritualidad individualizada por la posmodernidad, vestida de misión o evangelización.

…su vida casta no se puede negar, por lo que, tampoco, se puede señalar descendencia alguna de ella.

Su pasión por la vida pone al descubierto nuestra superficialidad y convencionalismo. Su amor a los indefensos desenmascara nuestros egoísmos y mediocridad. Su verdad desvela nuestros autoengaños.