Reflexión Dominical

Adviento preparandonos

Dios quiere venir a estar con nosotros

Mario Daniel Fregenal
General - Comunidades Eclesiales05/12/2021

Allano el camino de mi corazón para que Él venga porque anteriormente Él hizo todo para que no me pierda o lastime, para cuidarme. Por eso, si Dios habita en mí, comienzo a anunciarlo con mi palabra y con mis cuidados para con los más débiles. 

Pentecostés 2021

Ser como Jesús, para ello tenemos su Espíritu Santo!!

Mario Daniel Fregenal
General - Comunidades Eclesiales23/05/2021

La experiencia del Espíritu Santo, además de ser un don personal que, en la medida en que soy dócil a su inspiración, hace que yo sea más pleno, más yo mismo, más aquello para lo cual fui creado, es una experiencia de por sí comunitaria. Jesús se hace presente a través del Espíritu Santo en medio de una comunidad reunida.

Jesús Amor

JESÚS NOS ENSEÑA LA MEDIDA DEL AMOR

Mario Daniel Fregenal
General - Comunidades Eclesiales09/05/2021

Jesús amó acariciando dolores, defendiendo a los últimos, sanando heridas, perdonando culpas y pecados, anunciando a su Papá bueno, visitando amigos, comiendo y riendo con ellos; trabajando con sus manos, dignificando a los más postergados, acortando distancias, derribando muros. Este amor por nosotros es incondicional: Él no nos pone ‘peros’, requisitos ni condiciones.

    Lo más visto
    tu fe te ha salvado

    Alabar, admirar y agradecer.

    José Antonio Pagola
    General - Comunidades Eclesiales12/10/2025

    Para vivir de manera agradecida es necesario reconocer la vida como buena; mirar el mundo con amor y simpatía; limpiar la mirada cargada de negativismo, pesimismo o indiferencia para apreciar lo que hay de bueno, hermoso y admirable en las personas y en las cosas.

    Fariseo y Publicano

    Comprendidos por Dios

    José Antonio Pagola
    General - Comunidades Eclesiales26/10/2025

    ...cuando se vean rechazados por la sociedad, sapan que Dios los acoge; cuando nadie les perdone su indignidad, sientan el perdón inagotable de Dios. No lo merecen. No lo merecemos nadie. Pero Dios es así: amor y perdón.